La evaluación es una parte crucial del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Hasta el punto de que se puede afirmar que sin ésta no es posible corroborar el
alcance de dicho proceso, ni tampoco garantizar la consecución de los
logros académicos y profesionales planteados.
Desde una perspectiva innovadora la evaluación no es algo único ni puntual,
todo lo contrario, se caracteriza por ser integral, continua y motivadora. Es
uno de los mecanismos que permitirá asegurar la consecución de los objetivos
propuestos en cada uno de los cursos.
Además, su alcance es global y afecta a todos los niveles del proceso así
como a los respectivos agentes implicados; en entornos virtuales de
aprendizaje, también a las plataformas digitales empleadas y a los responsables
de su configuración y diseño.
La siguiente imagen pretende ofrecer un panorama general de los ámbitos por
los que transita esta concepción global de la evaluación: